jueves, 6 de octubre de 2011

“LA EXTINCION DE NUESTROS ABORIGENES SUREÑOS”

Si queremos hablar seriamente de las causas de extinción de nuestros aborígenes sureños, los Tehuelches Septentrionales (Los Gününa kune, y Guenaken), los Tehuelches Meridionales (Los Aoniken y Payniken), y los Pehuenches de Neuquén y sur mendocino, debemos remontarnos a los combates sostenidos no solo entre ellos mismos, sino fundamentalmente entre estos Tehuelches y Pehuenches (etnia de indios argentinos), con los indios chilenos.-

Me refiero a los Araucanos (Costinos, Abajinos, Arribanos o Moluches y Vorogas, pobladores de la Araucania), los Huilliches (del sur del río Tolten) y los Picunches (del norte río del Bio-Bio).-

Estos aborígenes entraron a nuestras tierras para comerciar con nuestros naturales, a partir de mediados del siglo XVII.- Posteriormente, en la mitad del siglo XVIII ingresaron para malonear, ya sea acompañando a nuestros indios o directamente solos.- Finalmente, durante el siglo XIX, a partir de la guerra a muerte en Chile, ingresaron ya para radicarse, ya para continuar con sus malones, muchas veces ayudados por milicias patriotas chilenas, bandoleros que se refugiaban entre ellos y/o con los guerrilleros realistas de los hermanos Pincheira, lo que les daba la ventaja de poseer armas de fuego.-

Vale la pena aclarar que los Huilliches y los Picunches no eran Araucanos, más allá de que estaban araucanizados desde la época de las guerras contra los Incas primero y los españoles después.-

Por supuesto que a esto debemos añadir los que murieron como consecuencia de las enfermedades que llegaron con la conquista, principalmente las epidemias de viruela, para la que no tenían anticuerpos ni defensa, y los que cayeron en los enfrentamientos producidos como consecuencia de sus continuos malones.-

Los Pehuenches Mendocinos.-

Citaremos como ejemplo de lo que hemos manifestado, los enfrentamientos entre los Pehuenches que poblaban el sur de Mendoza (de Malal Hüe hasta el Campanario), y los Huilliches.-

El viejo cacique Pehuenche mendocino Ñaincul, durante muchos años cacique gobernador y con el que tuvo trato directo en el fuerte de San Carlos el Gral. San Martín, tuvo un enfrentamiento interno por el mando, que terminó con su asesinato en 1825.- El gobierno de Mendoza, designó entonces cacique gobernador a Antical.-

Entre nuestros aborígenes era una costumbre inevitable la venganza.- En esta oportunidad, un hermano de Naincul, Llanca Milla, pidió para poder efectuarla la colaboración de indios trasandinos (chilenos), tradicionales enemigos de los Pehuenches, recurriendo a un cacique de los Huilliches llamado Anteñir.-

Este logró reunir, para atacar a los Pehuenches mendocinos, 5.000 loncos (indios de lanza) y el apoyo de los guerrilleros pincheiranos que lo acompañaron bajo el mando de uno de los lugartenientes de los hermanos Pincheira, llamado Hermosilla, que llevo consigo un grupo de soldados con armas de fuego.-

Los Huilliche sorprendieron a los Pehuenches, que no esperaban el ataque y los masacraron sin distinguir entre loncos y chusma (ancianos, mujeres y niños), dando muerte incluso al mismo Cacique Antical.- Solo pudieron huir y se salvaron de la sangrienta matanza, un millar de Pehuenches, la mayor parte chusma.-

El gobierno Mendocino pretendió ayudar a los sobrevivientes de la matanza, pero el cacique Anteñir, mandó emisarios a los fugados, ofreciéndoles que si se presentaban ante él, sometidos y sin armas, les perdonaría la vida, haciéndoles creer que en cambio la perderían si buscaban el apoyo de los soldados del fuerte de San Carlos.-

Creyendo el embuste, así lo hicieron los Pehuenches y todos sin excepción, loncos, ancianos, mujeres y niños, una vez frente a Anteñir y sin la más minima posibilidad de defensa, fueron ferozmente lanceados por orden de este.-

Retrocedamos en el tiempo y veamos ahora a titulo de ejemplo, una de las muchas matanzas internas entre los mismos Tehuelches.-

Cacique Bravo o Cangapol.-

Recordemos primero, que nuestros Pampas o Gününa Kune, que habitaban en las costas del río Salado, solicitaron en 1740 al gobernador Salcedo, de Buenos Aires, la formación de un pueblo en su territorio, con misioneros y apoyó español, para evitas los ataques con muertes y robos que le hacían de continuo los Pampas Serranos o Puelches, lo que dio origen en 1741, a la fundación que efectuaron los padres Jesuitas Manuel Querini y Matías Strobel, de la Reducción de La Concepción, al sudeste de dicho río, en el llamado Rincón de López, sobre el arroyo Dulce, cerca del mar.-

El famoso Cacique Bravo o Cangapol, de los Pampas Serranos , que tenia sus toldos sobre el río los Sauces, pero extendía su dominio o influencia hasta el Río Salado, en sus andanzas visitó las Reducciones Jesuitas de Mar del Plata, al Noreste de la Laguna de los Padres (Nuestra Señora del Pilar) y el Vulcán en Balcarce, junto a la fuente Copelina (Nuestra Señora de los Desamparados), que eran respectivamente de indios Puelches la primera y de Patagones la segunda, fundadas posteriormente a la de La Concepción (que era para los Pampas o Gûnuna Kune), a pesar de lo bien que fue recibido por los padres jesuitas, decidió destruirlas y matar a los curas misioneros.-

A tal fin convocó a los cacique de sus dominios y uno de ellos, Ayalep, contestó que el no le prestaría ayuda con su gente, ya que en realidad siempre había recibido regalos y buen trato de los misioneros, que nunca lo habían agraviado.-

Cangapol decidió castigarlo a él y a su tribu.- Le envió mensajeros para avisarle que visitaría al amigo, y cuando llegó con sus lanceros, aprovechando que Ayalep lo esperaba pacíficamente y con su gente desarmada, ordenó lancearlo, al igual que a todos sus guerreros, matándolo con más de 50 loncos.- Como era también una costumbre del vencedor, a continuación le robó la chusma, que llevó a sus toldos.-

Conviene aclarar que estas matanzas y robos eran comunes entre los indios, invocando siempre como causa, injurias que motivaban venganzas.- Otras veces se hacían directamente para robarse la hacienda, producto de malones en que habían intervenido los agredidos.-

Matanzas de Patagones.-

La invasión de indios chilenos, tuvo también en el siglo XIX una grave repercusión en nuestros Patagones (Tehuelches Meridionales).-

Mucho menos numerosos, con armas más rudimentarias (la bola y el sable), fueron atacados y vencidos por los malones araucanos, que en sus correrías descendían por el oeste de la Patagonia con dirección sur.-

Ello ocurrió en las batallas de Languiñeo, Barrancas Blancas, Shótel Naike y Senguer, con grandes bajas entre nuestros indios.-

No olvidemos que a su gran experiencia guerrera (de la que carecían los pacíficos patagones), los araucanos y huilliches agregaban la ventaja de saber luchar de a caballo, con sus largas lanzas y sus corazas de cuero, elementos que poco a poco fueron copiando nuestros indios del sur del río Chubut, que fueron los últimos aborígenes sureños que utilizaron caballos para sus traslados y la guerra.- Pero de todos modos, en sus enfrentamientos, preferían desmontar para pelear a pie, como siempre lo habían hecho.-

Combate del vado de Choele-Choel.-

Tenemos noticias de este importante combate, a través del informe que le envía don Calixto Oyuela, jefe de Carmen de Patagones, al entonces gobernador de Buenos Aires, general Martín Rodríguez.-

Ocurrió en el año 1821.- Fue una masacre de nuestros Pampas Serranos.- Un gran malón de moluches (araucanos) había entrado a nuestro sur, acompañados por una partida de milicianos patriotas de Chile, que incluso llevaban un pequeño cañón.- El hecho ocurrió durante la denominada guerra a muerte en Chile, que duro desde el año 1818 hasta 1824, en que los realistas fueron vencidos definitivamente.-

Nuestros Puelches o Pampas Serranos (Tehuelches septentrionales), se reunieron juntando aproximadamente unos 1.800 guerreros, con la intención de cortarles la entrada a sus tierras del Río Negro.-

Lo hicieron en el vado de Choele-Choel, fundamental en el camino a Chile, pues era el mejor paso para el ganado que se robaba en nuestras pampas con destino a ese país.- Por allí pasaban los grandes arreos.-

Pero los moluches, apoyados por los milicianos hicieron una tremenda matanza de nuestros indios, dando muerte incluso a sus jefes, los caciques Ojo Lindo y Anapilco.-

A partir de ese momento, nuestros Tehuelches debieron abandonar gran parte de su territorio original (la región de Entre Ríos Sur, que abarca las tierras entre los ríos Negro y Colorado y también la actual provincia de La Pampa).- Por consiguiente el paso de Choele Choel quedo desde entonces en manos de aborígenes chilenos.- Nuestros Pampas Serranos debieron trasladarse al sur del Río Negro (llamado entonces Río de los Sauces) y a la provincia de Buenos Aires, que por supuesto ya ocupaban desde la llegada de los españoles.-

Invasión de los Vorogas.-

Casi en forma simultanea, los Vorogas (Mapuches), que poblaban el Arauco a la altura del río Imperial, luchaban en Chile a favor de Fernando VII.- Vencidos, se vieron forzados a abandonar la Araucania, su tierra natal y a cruzar la cordillera, lo que hicieron conjuntamente con los guerrilleros realistas de los hermanos Pincheira.-

Una vez en tierra Argentina, primero, malonearon robando y saqueando el Sur de Mendoza, San Luis, Córdoba, Santa Fe y noroeste de Buenos Aires.-

Finalmente sus caciques mayores, Rondeau, Melian (o Melín) y Cañiuquir, con varios miles de loncos y chusma, desalojaron a nuestros Pampas Serranos de la zona de Guaminí (Laguna de Monte), Carhué y Epecuén, de la provincia de Buenos Aires, haciendo allí su asiento, con el apoyo siempre de los guerrilleros de los hermanos Pincheira.-

Debemos tener en cuenta la importancia de estos puntos para los arreos de ganado robado, por sus buenos pastos y abundante agua, a punto tal que cuarenta años más tarde, Calculfurá antes de morir, instruye a sus hijos de que jamás dejaran al blanco ocupar esas tierras.-

Nuestros Pampas Serranos nuevamente debieron retirarse más al Este, a la región de las Sierras de la provincia de Buenos Aires.-

A partir de su entrada los Vorogas y los Pincheiras, pasaron a ser un grave problema para nuestros pampas serranos y también para los gobiernos de Buenos Aires y Mendoza, a punto tal que Don Juan Manuel de Rosas comenzó a negociar con el cacique mayor Cañiuquir, para tratar de apartar a los indios de los guerrilleros realistas, de modo de debilitar su poder.-

Durante el curso de estas negociaciones, a fines de 1830, los Vorogas, con apoyo nuevamente de los guerrilleros de Pincheira, a su cuyo frente estaba otro de sus lugartenientes , Zuñiga , atacaron a los Pampas Serranos asentados en la Sierra de la Ventana y Sauce Chico, haciendo una gran matanza entre los mismos, que incluyo la muerte de sus caciques Curitripay, que cayó junto con sus dos hijos y todos sus capitanejos, Catrileu y Lomo Colorado.- Este último, poco antes había denunciado a Martiniano Rodríguez jefe de la Fortaleza Protectora Argengtina, que los mapuches y guerrilleros chilenos planeaban esta masacre, solicitándole protección.-

No conformes con la lanceada, los persiguieron con saña hasta la misma Bahía Blanca, dándoles muerte a los que habían logrado llegar, frente a la misma Fortaleza Protectora Argentina, que no pudo abrirles sus puertas.- Su Jefe, Martiniano Rodriguez, nada pudo hacer para ayudarlos, dada la orden recibida de Rosas de mantenerse prescindente, para no estorbar sus negociaciones, convirtiéndose así en un mudo e impotente observador de la masacre de los indios tehuelches.-

Martiniano Rodríguez anotó en su parte diario, que desde la muralla de la fortaleza “escuchaba los galopes cortos de los lanceros vorogas y soldados pincheiranos y el griterío de la chusma cuando era lanceada o sableada.- A pesar de la noche, podía intuir lo que estaba pasando.- Era, dice, el “ruido característico de las persecuciones y las matanzas que se estaban produciendo de los indios Pampas, que intentaban en vano llegar hasta el refugio de la fortaleza”.-

Esta matanza de indios Pampas Serranos, agravaba una anterior, ya que los Vorogas siempre con los Pincheiras, el 25 de septiembre de 1830, habían acuchillado a los a la tribu del cacique Tetruel, que tenía sus toldos en Curamalál, cerca de la actual Pigüe.-

Era evidente que Vorogas y Pincheiras querían demostrar al gobierno de Buenos Aires, su superioridad frente a los indios locales, y su dominio absoluto del terreno, lo que era cierto, a punto tal que los caciques Reynagual y Chocori, para salvar su gente de las matanzas, debieron trasladar sus toldos a la ya mencionada orilla Sur del Río Negro y/o de los Sauces.-

El jefe guerrillero chileno Zuñiga, incluso mandó una carta a Martiniano Rodríguez, y tras informarle de la matanza efectuada, le pedía “hipócritamente autorización”, como si le hiciera falta, para continuar la persecución de los Serranos de lanza y de su chusma.- Por supuesto que aunque Rodríguez contestó negándole el permiso, ambos sabían que tanto la petición como la denegatoria, carecían de todo valor efectivo.- Zuñiga y los Vorogas, harían lo que ellos decidieran.-

Venganza del cacique Toriano.-

Conforme una vieja costumbre entre los indios, poco después, el cacique Toriano, Pehuenche, pero nacido en Chile, maloqueó contra los toldos Vorogas para vengar la masacre de los Puelches, dándose prontamente a la fuga para evitar la reacción de aquellos, lo que ocasionó gran indignación de los caciques Cañiuquir y de Rondeau que fueron los afectados y no tuvieron oportunidad de tomar a su vez posterior venganza.-

Campaña del desierto de 1833.-

Durante la campaña al Desierto del año 1833, don Juan Manuel de Rosas, comandante del ala Izquierda, tras organizar prolijamente la tan necesaria expedición, marchó al sur y estableció su cuartel general en Medano Redondo, sobre el Río Colorado, lugar al que llegó evitando todo tipo de enfrentamientos con los indios, especialmente con los poderosos Vorogas.-

Desde allí despacho a sus segundos, en una campaña que fue solamente de exterminio, escarmiento y exploración, pero lamentablemente no de ocupación.- Esto permitió que al termino de la campaña (1834), los indios volvieran nuevamente a los territorios abandonados ante el avance de las tropas de los jefes de las tres columnas enviadas por Rosas, que partieron desde Medano Redondo al Sur y al Oeste.-

La primera columna, estuvo al mando del General Ángel Pacheco y marchó directamente al Río Negro, siendo el primer argentino que llegó a este río por tierra.- Lo remontó por ambas orillas hasta la isla de Choele-Choel y posteriormente su expedición llegó hasta la confluencia con los ríos Limay y Neuquén.- Su actuación desde el punto de vista militar, fue brillante.-

Del mismo modo, Rosas envió a sus coroneles Pedro Ramos y Manuel Delgado, a uno remontando el Colorado, cruzando el Chadi- Leuvú y siguiendo hasta la región de los Pehuenches, en Neuquén.- Al otro hasta el sur de Mendoza, atravesando la tierra de los Ranqueles, los eternos y peores enemigos que tuvo siempre Rosas.- Estos, que había sido derrotados en “Las Acollaradas” por el jefe del ala del centro, el general Ruiz Huidobro, combate en el que incluso perecieron dos hijos de Yanquetruz, prefirieron ocultarse ante el avance de las tropas, evitando todo tipo de enfrentamiento.-

Isidoro Ruiz Moreno, en su libro “Campañas Militares Argentinas, To. II, transcribe la orden dada por Rosas al coronel Pedro Ramos: “No conviene que al atacar una toldería traigan muchos prisioneros vivos: con 2 o 4 hay bastantes, y si más agarran, esos allí en caliente nomás se matan a la vista de todo el que este presente, pues que entonces en caliente nada hay de extraño, y es lo que corresponde.- Pero estos prisioneros no se descuide con ellos, si alguno es de importancia tal que yo hable con él, mándemelo, pero sino, lo que usted debe hacer, es luego que ya enteramente no los necesite para tomarle declaraciones, puede hacer al marchar un día quedar atrás una guardia, bien instruido el jefe encargado, que me parece puede ser bueno para ello Valle, que luego que no haya ya nadie en el camino, los puede ladear al monte y allí fusilarlos.-

Es por eso que el padre Furlong, sostiene que la campaña de Rosas fue también de exterminio.-

A pesar de que Rosas no participo personalmente en los combates contra los indios, fue el organizador de la campaña y el que dio las directivas a sus jefes militares.-Por ello, fue nombrado por la legislatura porteña “Héroe del Desierto” y se le otorgó en premio la isla de Choele- Choel.-

Rosas rechazó la isla (que por otra parte ya estaba nuevamente en poder de los indios al haberse retirado Pacheco), manifestando que allí oportunamente habría que establecer una guarnición militar, pero pidió en su reemplazo una fracción de tierras en la provincia de Buenos Aires, donde la Legislatura resolviera.- La Legislatura Porteña decidió entonces regalarle 60 leguas cuadradas en la provincia, dejando el lugar o los lugares a su elección.-

Según Rosas (publicación efectuada en La Gaceta Mercantil del 24 de diciembre de 1933), en esta campaña murieron 3.200 indios o sea más del doble de los que cayeron en la campaña al desierto del general Julio Argentino Roca.-

Sin embargo esta cifra esta en discusión.- Muchos historiadores sostienen que fueron menos, y otros, la mayoría, elevan la cantidad de muertos, a alrededor de 6.000 indios.-

Caciques Huilliches Calfulcurá y Namuncurá.-

Terminada la campaña del desierto, el general Guido, informado desde Chile por Bulnes, avisó a Rosas que se aprontaban para entrar al país, al mando de los caciques Juan Calfucurá y su hermano Antonio Namuncurá (tío de Manuel Namuncurá, también nacido en Chile), alrededor de dos mil indios Huilliches, aborígenes chilenos del sur del río Tolten, de etnia propia distinta de la mapuche (pehuenches), pero araucanizados, como ya he dicho, desde la época de sus luchas, primero contra la invasión de los Incas (Tupac Yupanqui comenzó la conquista de Chile en el año 1443, tras sofocar la rebelión Aymará del Lago Titicaca y la continuó su hijo Huaina Cápac, que murió en el año 1525) y posteriormente la de los conquistadores españoles, don Diego de Almagro en el año 1536, y poco después don Pedro de Valdivia, fundador de la ciudad de Santiago sobre el río Mapocho, en 1541.-

Los aucas del sur del río Maule, se unieron frente a estas invasiones, para luchar juntos contra los que eran un enemigo común.-

Rosas pacto con Calfulcurá, permitiendo su ingreso a condición de que atacaran a sus enemigos, los Ranqueles.-

Este pacto esta probado e incluso hay una carta en que Calfucurá le informa a Mitre casi treinta años más tarde: “También le diré que yo no estoy en estas tierras por mi gusto, ni tampoco soy de aquí, sino que fui llamado por don Juan Manuel, porque estaba en Chile y soy chileno, y ahora hace como treinta años que estoy en estas tierras”.-

Pero los Huilliches, si bien no atacaron a los Ranqueles, dejaron a Rosas más que satisfecho con su accionar.- Dirigieron sus lanzas contra lo Vorogas, sus mortales enemigos durante la llamada guerra a muerte en Chile y además enemigos tradicionales en épocas anteriores.-

Calfucurá, desde Chilue, envió sus mensajeros a Rondeau, haciéndole saber que marchaba en paz sus toldos, para comerciar los numerosos productos que traía desde Chile.- Los Vorogas creyeron el embuste.- Los esperaron como amigos, sin precaución alguna.-

Así, los Huilliches. cayeron con sus lanzas en forma sorpresiva y traidora, masacrando a los loncos Vorogas, en horas que estos estaban entregados al descanso, sin precaución alguna, pues esperaban la llegada de los Huilliches como comerciantes amigos.- Los Huilliches asesinaron además, a los caciques mayores Mariano Rondeau y Melín oMelian, en lo que la historia conoce como la “Traición de Masallé” (año 1834).-

Finalmente, como era una costumbre en estos casos, les robaron su chusma.-

Se salvaron de esta masacre por tener sus toldos más apartados, los caciques Vulta Pincen y Coliqueo, y el cacique mayor Cañiuquir, que tenía los suyos en Guaminí.- Pincen y Coliqueo, buscaron refugio entre los Ranqueles, con quienes convivieron varios años.-

En premio por la matanza, Rosas autorizó a Calfucurá y Namuncurá, a establecer sus toldos en las Salinas Grandes.-

Cañiuquir por su parte, se asentó en el arroyo “El Pescado”, cerca de la Laguna de Montes.- Dos años más tarde, Rosas envió a los coroneles Zellarrayán y Francisco Sosa, con los Blandengues de la Fortaleza Protectora Argentina, a sorprenderlo en sus toldos.-

Allí se celebró el combate de “El Pescado”, en que Cañiuquir perdió 900 lanzas, pero él logró escapar con cerca de un tercio de sus hombres.-Pero pocos días después, el 28 de abril de 1936, fue alcanzado nuevamente por las tropas y derrotado totalmente en el Pasaje Llanguil.- Cañiuquir y los 300 indios que lo acompañaban fueron cercados y acuchillados.- Se tomo prisionera a toda su chusma.-

Cacique moluche Raylef.-

El cacique chileno Arribano o Moluche (Araucano) Raylef, decidió vengar la muerte de Cañiuquir.- Cruzó los Andes con veintitrés caciques y capitanejos y más de 1.500 indios de lanzas chilenos, además de su chusma y dirigió un malón que debió soportar Bahía Blanca, en agosto de 1837, sin lograr su propósito de tomar la Fortaleza Protectora Argentina.-En cambio, consiguió dar muerte al Cacique Venancio, que había participado con las fuerzas argentinas en las acciones de El Pescado y Pasaje Llanguil.-

En vista de ello, se dedicó a malonear en nuestro territorio, formando en arreo de miles de cabezas de ganado, robadas en el Sur de Córdoba, Santa Fe y Noroeste de Buenos Aires, tomando además numerosas cautivas, con todo lo que marchó de regreso a Chile.-

En su retirada, Rosas envió sus tropas a enfrentarlo y perseguirlo, por lo que Raylef debió desviar su camino, buscando para seguridad la ruta del Río Colorado hasta Neuquén, haciendo alto para descansar y engordar el ganado recién en el Río Agrio.-

Allí fue sorprendido descuidado por los Huilliches de Calfucurá, que venían en apoyo de los soldados de Rosas, los que dieron muerte a lanzazos a Raylef y a la mayor parte de sus loncos.- De éstos, pocos lograron huir, debiendo forzosamente para hacerlo tomar el camino del este, donde cayeron en manos de los soldados que venían siguiendo su rastrillada, en su persecución.-

Estas tropas de regreso, atacaron los toldos del hijo de Raylef, José María, en Tapalqué, el que era ajeno a los malones de su padre, dando muerte a pesar de eso a ochenta indios de pelea y tomando numerosos prisioneros.-

Cien moluches de los indios de Raylef, fueron enviados presos a Palermo, donde fueron fusilados por orden de Rosas.-

Calfulcurá obtuvo un nuevo premio.- Rosas le permitió quedarse con todo el ganado robado por el malón y además con la chusma de Raylef.-

Despues de Caseros.-

Después de Caseros, Calfucurá que había perdido a su protector, formó en Salinas Grandes, donde se calcula que había más de 13.000 indios chilenos, en su mayor parte Huilliches, una gran confederación indígena.- Contó para esto con el apoyo de su hermano Renque-Curá (o Reuque-Curá), que se estableció en el centro de Neuquén (entre los tehuelches Manzaneros y los Pehuenches), también con otros 2.000 loncos.-

En cuanto a los Pampas Serranos, nuestros originarios, estaban reducidos en Buenos Aires a las zonas de Junín, 25 de Mayo, Azul, Tandil y Talalqué.-

El año 1852 Calfucurá hizo notar su poder con un gran malón contra Bahía Blanca y en 1855, con otro contra Azul, en el que dio muerte a más de 300 pobladores de la región.- Para este ataque, contó con el apoyo de nuestros Pampas, comandados por sus caciques Catriel y Cachul.-

A raíz de esto, el General Mitre inició partiendo de Azul, una campaña contra los serranos, llevando al coronel Díaz como su segundo en el mando.- Dividió sus fuerzas.- Mando a Díaz a combatir a Catriel y el marcho contra Cachul, al que sorprendió en Sierra Chica.- A pesar de la sorpresa, fue rechazado por Cachul, por lo que opto por acampar a la espera de Díaz.- En lugar de llegarle estos refuerzos, llegó Calfulcurá con 600 lanzas, por lo que Mitre optó por escapar a la ciudad de Azul.-

A esta derrota del General Mitre en Sierra Chica, siguió en 1856 la del General Manuel Hornos en San Jacinto (1856), razón por la cual el gobierno de Buenos Aires optó por firmar un acuerdo de paz con Catriel y Cachul, pacificándose así la zona de Azul y Tapalqué.-

Sin embargo, la denominada frontera siguió azotada por Calfucurá, los Pehuenches y los Ranqueles, más los mapuches que cruzaban continuamente los Andes para venir a malonear y robar ganado por su cuenta, o uniendo sus lanzas a las de las otras tribus.-

Calfucurá finalmente fue derrotado en su último gran malón, en el año 1872, en que lo venció el general Ignacio Rivas, en la batalla de San Carlos (8 de marzo de 1872), cerca de la localidad de Bolivar, recuperando el vencedor además la mayor parte del arreo que habían levantado los indios de más de 200.000 cabezas de ganado vacuno, principalmente de las zonas de 25 de Mayo y 9 de Julio.- El malón contó con el apoyo de las 6.000 mil lanzas que lo acompañaban.- En este malón los indios nuevamente asesinaron a más de 300 vecinos y tomaron alrededor de 500 cautivos.-

Rivas por su parte contó a su favor con 800 indios de Cipriano Catriel y casi 200 de Coliqueo, todos los que tuvieron una participación activa e importante en el combate, ya que las tropas del general eran solo 365 soldados de línea y 300 milicianos voluntarios.-

En el encuentro combatieron 3.500 lanzas al lado de Calfucurá, o sea por cada soldado había cuatro indios.-

Un año después, Calfucurá, que salvó su vida huyendo al desierto, moría de muerte natural el 4 de junio de l873, en Salinas Grandes, en sus tolderias de Chiloe.-

Sin embargo, todavía tendría que soportar Buenos Aires otro gran malón en 1876, dirigido por el hijo de Calfucurá, Manuel Namuncurá, su sucesor, que no pudo tener el poder de su padre sobre otras tribus o etnias.- Tanto en cacique Pincén , temible y terrible, como Mariano Rosas, cacique principal de los Ranqueles, mantuvieron su independencia.-

Al malón de 1876 se lo denominó “La Invasión Grande2, ya que intervinieron más de 5.000 lanceros, que primero rodearon Azul, saqueando su campaña, extendiendo su frente desde Tapalqué hasta Bahía Blanca, logrando un botín según Estanislao Zeballos, de alrededor de 300.000 animales, y causando nuevamente alrededor de 300 muertos, tomando casi 500 cautivos.- Pero las tropas nacionales reaccionaron de inmediato, y pese a que Namuncurá lanzó ese año continuos malones por diferentes puntos, terminaron todos derrotados.-

1.876 marca el fin de los grandes malones.- Roca reemplazará pronto a Alsina, que fallece siendo ministro de guerra y comenzará una guerra ofensiva por parte de las tropas nacionales, que culminará con la gran Campaña del Desierto.- Ella pondrá fin al dominio y saqueo del indio y agregará todo el sur a la patria.-

Dr. Roberto Edelmiro Porcel



viernes, 10 de septiembre de 2010

CAPITAN JUAN PORCEL O JOHAN PORCEL

Separata del libro “LOS PORCEL EN LA CONQUISTA DEL PERU Y ALTO PERU”, de Roberto Edelmiro Porcel, 2* edición,Editorial Luis de Fuentes, Tarija, Bolivia, marzo de 1999.-

1 - Llegada al Perú (año 1534). -
Don Pedro de Alvarado, que había tenido un papel principal y descollante en la conquista del imperio de México, obtuvo licencia del Emperador Don Carlos V de Alemania y Carlos I de España, para conquistar y poblar tierras fuera de la jurisdicción de Don Francisco Pizarro en el Perú.- Fue así, que pasó al Perú desde Nicaragua con los Capitanes Don Garcilazo de la Vega, Don Juan Porcel, Diego de Alvarado, Juan de Saavedra y otros, en el año 1534. - Desembarcó en Puerto Viejo y caminó hasta Quito.- Llevó con él alrededor de ochocientos españoles.- En los campos de Rivec-Pampa llegó a un concierto con Don Diego de Almagro, representante de Francisco Pizarro.- Prácticamente Almagro, para evitar un enfrentamiento, le ofreció comprar en oro su ejército para que regresara a Nicaragua.- Hasta tanto se concretara el arreglo, Alvarado primero fue al Cuzco y posteriormente se trasladó a Pachacamac donde Francisco Pizarro le pagó lo prometido por Almagro, por lo que regresó a Nicaragua, quedando en el Perú sus Capitanes, su ejército y sus pertrechos.-
El Capitán Don Juan o Johan Porcel quedó en el Perú.-

1. a - Don Pedro de Alvarado, a pesar de tener hijos con una nativa con la que convivía siendo gobernador en Guatemala, viajó a España donde en Úbeda contrajo nupcias con una dama ubetense, regresando a sus dominios de inmediato, en 1532, con varios caballeros andaluces.- En esa oportunidad, viajó con el Capitán Johan Porcel, jerezano de nacimiento, hijo de Doña Ana Vélez, casado en Sevilla con Doña Antonia de la Torre.-
El Capitán Juan Porcel lo acompaña al Perú en 1534. –

2 – Primera entrada a la Provincia de Bracamoros (año 1534). -
En la "HISTORIA GENERAL DEL PERU", escrita por el INCA GARCILAZO DE LA VEGA, Segunda Impresión, editada en Madrid por la Oficina Real en 1722, dice su autor que una vez solucionada la discordia entre Francisco Pizarro y Diego de Almagro por el gobierno del Cuzco, el Marqués acordó con el Adelantado que este partiera a la conquista y gobernación del Reino de Chile, y envió a Alonso de Alvarado a las provincias de los Chachapoyas, al Capitán Don Garcilazo de la Vega a la conquista de la provincia de Buenaventura y al Capitán Don Juan Porcel, a la conquista de la provincia que los castellanos llamaban de Bracamoros que estaba habitada por los indios Pacamurú (1534). - Porcel partió con doscientos cincuenta hombres a su distrito donde pasó grandes trabajos por las bravas montañas y grandes ríos de aquella provincia, más que por los naturales.-

2.a - A su vez, el cronista FERNANDO PIZARRO Y ORELLANA en su obra: "VARONES ILUSTRES DEL NUEVO MUNDO" - DESCUBRIDORES, CONQUISTADORES Y PACIFICADORES DEL IMPERIO DE LAS INDIAS OCCIDENTALES -, publicada en Madrid en el año 1630, editada por Diego Luis de la Carrera, en el capítulo V de la vida de Don Francisco Pizarro, refiriéndose al momento en que ‚ este y Almagro ac0ordaron en el Cuzco que el segundo marchara a la conquista y gobernación de los reinos de Chile (1534), dice textualmente: "Satisfecho quedó Don Francisco Pizarro, pareciéndole había reducido a Almagro con darle la conquista del riquísimo reino de Chile y para ello los más lúcidos indios y españoles de cuantos tenía en su compañía.- Con los capitanes y españoles que le quedaban, hizo lo mismo, enviándolos a nuevas conquistas, que conocía muy bien los soldados estaban mal sin ocuparlos en descubrimiento.- Al Capitán Alonso de Alvarado, lo envió a la provincia de los chachapoyas, a Garcilazo de la Vega y al Capitán Porcel (se refiere a Don Juan Porcel) a otras partes.- Socorrió a Belalcazar en Quito que por los buenos sucesos que había tenido en aquella provincia, quiso prosiguiese en la conquista.- Dispuestas en esta forma las cosas de la guerra, se volvió a sus fundaciones en la ciudad de Los Reyes “(SIC). –

3 - Levantamiento de Manco Inca en el Cuzco (año 1535). -
Volvemos a las referencias de la “HISTORIA GENERAL DEL PERU” del INCA GARCILAZO DE LA VEGA, de la que hemos extraído muchos datos volcados desde el punto 1 hasta el 7 inclusive de esta reseña.- En el año 1535 se produjo el levantamiento de Manco Inca y los hermanos de Pizarro, Hernando, Gonzalo y Juan, con otros doscientos españoles, fueron cercados en el Cuzco.- Francisco Pizarro, para sofocar este levantamiento del Inca en el que murió su hermano Juan, mandó llamar a Alonso de Alvarado, que estaba en la conquista de los Chachapoyas, al Capitán de Belalcazar que estaba en Quito, a Don Garcilazo de la Vega, que estaba en Buenaventura y al Capitán Don Juan Porcel que estaba en plena conquista de los indios pacamurus, en la Provincia de Bracamoros, pidiéndoles a todos que bajasen a la Ciudad de los Reyes para que juntándose todos pudiesen resistir la sublevación del Inca.- Sin embargo, el Capitán Sebastián de Belalcazar ni el Capitán de los Bracamoros Don Juan Porcel, nunca recibieron el pedido de socorro, porque los incas mataron a los indios yanaconas (indios fieles a los españoles), que llevaban el pedido de pronto auxilio como mandato del gobernador.- Sólo Alonso de Alvarado y Don Garcilazo de la Vega recibieron los correspondientes mensajes de auxilio y se trasladaron a la Ciudad de los Reyes.

4 - Segunda entrada a Bracamoros durante el alzamiento de Gonzalo Pizarro (año 1546).
Pasaron algunos años, y Gonzalo Pizarro se alzó contra el Virrey Blasco Nuñez de Vela, por unas ordenanzas que este pretendía imponer que perjudicaban a los residentes.- El malestar general era grande, por lo que el Virrey fue detenido y embarcado de regreso a España, por los oidores de la Ciudad de Los Reyes.- No obstante, el Virrey fue liberado en el trayecto a Panamá y regresó con españoles fieles al rey a enfrentar a los alzados.- Fue vencido y muerto por Gonzalo Pizarro (año 1546) y habiendo este último procedido a la asunción de facto de la gobernación del Perú, resolvió salir de Quito de regreso a la Ciudad de los Reyes.- Antes de partir, envió nuevamente al Capitán Don Juan Porcel con sesenta hombres a su antigua conquista de la Provincia Bracamoros y de los indios Pacamurús y al Capitán Mercadillo a terminar con los indios de guerra que había en los términos de la ciudad de San Miguel.-

5 - Arribo del Presidente de la Gasca, revocación de las Ordenanzas de Nuñez de Vela y decreto de perdón general (año 1546). -
Habiendo arribado en 1546 a Panamá el presidente Licenciado Don Pedro de la Gasca, enviado por el rey de España para sofocar la rebelión del Perú, Gonzalo Pizarro escribió y mandó mensajeros al capitán Don Juan Porcel a Bracamoros, a su teniente en Quito Don Pedro de Puelles y al capitán Mercadillo en San Miguel, “que estuviesen apercibidos para regresar presto cuando los mandase llamar.”.- Pero cuando las instrucciones llegaron a destino, todos estos capitanes ya habían sido informados por el Presidente de la Gasca que se habían revocado las ordenanzas del Virrey Blasco Nuñez de Vela que habían motivado el levantamiento de Gonzalo Pizarro, y que se había decretado el perdón general de los que habían intervenido en dicho levantamiento, así como de todo lo pasado.- Por ese motivo, no respondieron al pedido de Gonzalo Pizarro, por considerar que habían desaparecido las causas de la rebelión contra los legítimos representantes reales.-
Enterado el capitán Diego de Mora, que representaba a Pizarro en Trujillo, que navegaban con destino a Tumpiz cuatro navíos enviados por el presidente de la Gasca, mandó dar aviso a Gonzalo Pizarro.- No obstante, cuando se enteró - como los anteriores -, de la revocatoria de las ordenanzas y del perdón que el rey había hecho de todo lo pasado, se apartó de Pizarro y se embarcó con destino a Panamá para ponerse a las órdenes del Presidente de la Gasca.- Pizarro envió a Trujillo en su reemplazo, al licenciado León, pero este se encontró con Lorenzo de Aldana y el mismo Diego de Mora, y anoticiado también de la revocación de las ordenanzas, se unió a los mismos y todos regresaron a Casamarca, para servir al rey a las ordenes del Presidente de la Gasca.- Acudieron también los capitanes Juan de Saavedra, Gómez de Alvarado (hermano de Don Pedro) y Don Juan Porcel.- En suma, los capitanes que estaban en la conquista de provincias, respondieron al rey y no a Pizarro.- De esta manera se redujeron todos aquellos capitanes, lugartenientes y gentes que habían apoyado a Gonzalo Pizarro contra el Virrey Blasco Nuñez de Vela, ante la revocación de sus ordenanzas por el Presidente de la Gasca y el perdón general del rey.-

5.a - En la Historia sobre la "REBELION DE PIZARRO EN EL PERU Y VIDA DE DON PEDRO GASCA", escrita por Don JUAN CRISTOBAL CALVETE DE ESTRELLA, publicada en Madrid en 1889, se manifiesta que cuando los capitanes Diego Mora, Hernán Mejía, Palomino y Lorenzo de Aldana acordaron ir a tomar el puerto de Trujillo para abastecer los navíos, el primero - Diego Mora -, envió despachos personales del Presidente de la Gasca a los Capitanes Gómez de Alvarado, que estaba en Chachapoyas, a Juan de Saavedra en Guanuco y a Juan Porcel en Bracamoros, certificándoles la amnistía y la derogación de las ordenanzas.- Igual mensaje hizo llegar a Alonso de Mercadillo en Zarza.-
Iban con aquellos despachos del Presidente de la Gasca, cartas de Diego de Mora, de Lorenzo Aldana, de Hernán Mejía y de Juan Alonso Palomino, dándoles cuenta de la reducción de la armada e invitándolos a servir a su rey, juntándose con Diego de Mora en Casamarca.-
Cuando De la Gasca llegó al puerto de Manta, tomó noticias que en Casamarca estaba Diego de Mora con los capitanes Gómez de Alvarado y Juan de Saavedra, y que ya había llegado de Bracamoros el Capitán Juan Porcel con copia de gente, aguardándole para juntarse con él.-
El día que de la Gasca desembarcó de sus navíos en el puerto de Manta, le aguardaban allí cuatro capitanes naturales de Andalucía, Juan de Saavedra, Gómez de Alvarado, Juan Porcel y Diego de Mora, los cuales estaban juntos en Casamarca y tenían trescientos cincuenta hombres bien armados, traídos de Guanuco, de Chachapoyas, de Paltas y de Trujillo.-
Finalmente, de la Gasca partió por tierra desde la localidad de Tumbes, el 15 de agosto de 1547, enviando gente embarcada con destino a Paita.- Antes de su partida, se le apersonó el Capitán Juan Porcel que venía a comunicarle el camino que se había de llevar, volviéndose a Casamarca, donde estaban los otros capitanes, llevando órdenes del Presidente De la Gasca para que pasasen adelante e hiciesen aderezar el camino por la sierra y arbitrasen las medidas para el mantenimiento del ejército.- Partido Juan Porcel, envió de la Gasca mandar parte de la gente de la armada al paraje de Trujillo, otra a Piura y de allí a Caña y Casamarca.- La instrucción era juntarse con Porcel y los demás capitanes y caminar por la Sierra a Lima y al Cuzco.- También ordenó que lo siguiese la gente de Quito que traía Rodrigo de Salazar.-
El 6 de noviembre de 1547 de la Gasca llegó a Jauja donde ya lo esperaban los capitanes Juan Alonso Palomino, con cien soldados, Juan Porcel, Mercadillo y Hernán Mejía con algunos otros.- Allí se le unieron el Dr. Villalobos, los licenciados Benito de Carvajal y Vasco de Guevara, el Capitán Alonso de Cáceres, Don Pedro Cabrera, Hernán Mejía de Guzmán, Martín de Robles, el adelantado Andagoya, Juan de Saavedra, Gómez de Arias, Miguel de las Cernas, Diego Mora y Francisco Olmos.-

6 - Capitán de Infantería del ejército del Presidente de la Gasca (año 1547/48). -
Cuando el presidente Diego de la Gasca determinó salir de Jauja en busca de Gonzalo Pizarro, nombró a Pedro Alonso de Hinojosa como General del ejército, al Mariscal Alonso de Alvarado su Maese de campo, los capitanes de gente de caballo, entre otros Juan de Saavedra y Gómez de Alvarado y los capitanes de la infantería entre los cuales estaba el capitán Don Juan Porcel.- Capitán de artillería lo nombró a Gabriel de Rojas.- Todo esto al finalizar el año 1547. –

6.a - Calvete de Estrella en su ya citada obra "REBELION DE PIZARRO EN EL PERU Y VIDA DE DON PEDRO GASCA", dice que en Jauja, de la Gasca juntó la gente que aguardaba de las ciudades y villas del Perú, hizo de la gente de caballo siete compañías de treinta y cinco hombres cada una y la del estandarte real de cincuenta, designando capitanes a Gómez de Alvarado, Juan Saavedra, Pedro Cabrera, Diego de Mora, Rodrigo Salazar, Alonso de Mendoza y Francisco Hernández.-
De infantería hizo trece compañías nombrando capitanes al adelantado Andagoya, Pablo de Meneces, Hernán Mejía de Guzmán, Juan Porcel y otros.-
Nombró Maese de Campo al Mariscal Alonso de Alvarado, Alférez General a Benito Suárez de Carvajal y por General de todo el ejército a Don Pedro Alonso de Hinojosa.-

6.b - A su vez, en "LA HISTORIA GENERAL Y NATURAL DE LAS INDIAS, ISLAS Y TIERRA FIRME DEL MAR OCEANO", escrita por el primer cronista del nuevo mundo, EL CAPITAN GONZALO FERNANDEZ DE OVIEDO Y VALDES, que residía en la ciudad de Santo Domingo de la isla "La Española", que el autor terminó de escribir en el año 1548, (murió en 1557) y que fue publicada y editada por la Real Academia de La Historia de España, en Madrid en el año 1855, sostiene el cronista que habiendo Gonzalo Pizarro conseguido la victoria de la batalla contra Don Diego Centeno en 1548, entróse en el Cuzco y apoderose de aquella Ciudad, e los que escaparon de sus manos fuéronse a Jauja al real de los reales.- Y el licenciado de la Gasca hizo allí alarde de dos mil hombres de pie e de caballo de muy buena e calificada gente, e los capitanes de ella son los siguientes: Capitanes de Infantería: Johan Alonso Palomino, Pablo de Meneces, Capitán General Pedro de Hinojosa, Maestre de Campo Alonso de Alvarado, Alférez General Don Johan Porcel y otros, es decir, coincide con el Inca Garcilazo de la Vega y con Calvete de Estrella.-

7 - Batalla de Saczahuana y muerte de Gonzalo Pizarro (1548). -
Con este ejército marchó el licenciado de la Gasca hacia el Cuzco.- En las cercanías de esta ciudad mandó hacer un puente echando criznejas para poder pasar la artillería encomendándole al Capitán Don Juan Porcel, al Capitán Pardave y al Capitán de Artillería Gabriel de Rojas, la protección de la retaguardia.- En Saczahuana, en donde intervino el capitán Don Juan Porcel, Gonzalo Pizarro fue vencido el 9 de abril de 1548, tras ser abandonado por muchos de sus capitanes que se pasaron al rey, entre ellos Garcilazo de la Vega.- Gonzalo Pizarro, su Maestre de campo Francisco de Carvajal, el Capitán Juan de Acosta y otros capitanes insurrectos fueron ajusticiados.- También muchos fueron desterrados del Perú.-

8 - Acciones posteriores (1548 en adelante). -
En su obra "REBELION DE PIZARRO EN EL PERU Y VIDA DE DON PEDRO GASCA", Don Calvete de Estrella dice que luego de la batalla de Saczahuana, por orden de De la Gasca, partió el Capitán Juan Porcel a Lima, el 25 de mayo de 1548, con treinta y cinco hombres, que iban condenados a las galeras de España, entre ellos un trompeta, que por ser suegro de Luzón, solamente fue desterrado del Perú, los cuales y todos los otros se encomendaron allí a Rodrigo Niño, natural de Toledo, que iba a España y se encargó de su traslado.-
Posteriormente, el Capitán Juan Porcel tuvo un proceso en el Cuzco en octubre de 1548, por no acatar un mandamiento que le notificó un alguacil para que le entregase ciertos indios que consideraba que le correspondían, lo que trajo como consecuencia que de la Gasca en castigo le quitara la conquista de los Bracamoros, para donde había sido confirmado y ya partía nuevamente.- En su reemplazo, entregó la conquista a Diego Palomino como Capitán y Justicia Mayor.-

8.a - Nuevamente, como se verá más adelante en la transcripción del documento del punto 9.D, sufrió el Capitán Juan Porcel un arresto el 10 de octubre de 1556 por orden del Virrey, junto con los capitanes López de Zuñiga, Rodrigo Niño, Juan Maldonado, Lope de Citaco, Gonzalo Silvestre, Blas de Merlo, los Palomeques, los Palomares y Villafuerte, al reclamar al entonces Virrey del Perú Don Hurtado de Mendoza, Marqués de Cañete, participación en repartimientos vacantes que entendían les correspondían por su actuación en la conquista, las defensas del rey en que habían intervenido en los levantamientos de Pizarro y Hernández Girón y otros servicios prestados.-

8.b - Don Juan Porcel contrajo nuevas nupcias en el Perú, motivo que le originó un proceso en el que se vio forzado a regresar a España en el año 1567, quedando en Quito su madre Ana Vélez, y su hijo el Capitán y encomendero Don Lucas Porcel, que llamado por su padre se había radicado en esa Ciudad en 1559 .-
Don Juan Porcel se radicó en Granada, en los Reinos de España, sus últimos años, donde testó y murió en 1574. - Su testamento se conserva en el Archivo de Indias, en el legajo 924 A de Escribanías.- Declara en el testamento estar casado en Sevilla con Antonia de La Torre y tener un hijo legítimo, el Capitán Don Lucas Porcel.-
Este lo acompañó en su muerte y regresó a Quito en 1579 a hacer valer la herencia de su padre, estableciéndose como encomendero en la Ciudad de San Francisco de los Reinos del Perú.- Estaba casado con Ana Degazo.- Testó y falleció a su vez en San Francisco de Quito, en 1586, estando también su testamento en el ya citado legajo 924 A de escribanías del Archivo de Indias.-
Lo heredaron sus hijos Diego y Ana, esta casada con Maceo Rodríguez Mediá Villar.- Los últimos pleitearon por petición de tierras de la herencia contra terceros, expediente judicial también agregado al referido legajo de escribanía del Archivo de Indias.-
Diego Porcel, el nieto de Juan Porcel, permaneció en la hoy Ecuador y de él descienden la rama de los Porcel en dicho país.-

8.c – Tuvo también el Capitán Juan Porcel, un hijo en Quito con Doña Isabel Altamirano, que lo acompañó en su regreso a España.- Se trata de Juan Porcel Altamirano, soltero, que regresó a Quito el 17 de agosto de 1580 (Legajo Contratación 5538 Libro 1, Folio 292, Catálogo de Pasajeros libro 6, entrada 3294 del A.G.I.). -

DOCUMENTACION REFERENTE A JOHAN PORCEL

9 - Correspondencia de los Gobernadores del Perú (1548/1556). –

A) En la publicación que efectuó Don ROBERTO LEVILLIER de “PAPELES DE LOS GOBERNANTES DEL PERU”, impreso en Buenos Aires en 1921, se transcribe una carta del Presidente Licenciado de la Gasca, una vez sofocada la rebelión de Gonzalo Pizarro, dirigida al Consejo de su Majestad, dándole un informe de lo actuado y acerca de los castigos, tasación de tributos y otras medidas.- Fue escrita en Los Reyes el 25 de setiembre de 1548, y en su parte pertinente se refiere a Juan Porcel y dice así:
"Muy ilustres y muy magníficos señores: Con el Capitán Hernán Mejía que del Cuzco se partió el 10 de mayo y de esta ciudad el 15 de junio, hice relación de todo lo sucedido hasta cuatro del dicho mayo, por carta duplicada con esta va.- Lo que después ha sucedido es que... En veinticinco (de mayo) se enviaron con Juan Porcel a Lima, treinta y cinco condenados a galeras, para que de allí se enviasen a tierra firme y de allí a España... "

B) También Don Roberto Levillier en la referida obra, transcribe otra carta escrita en Los Reyes el 28 de diciembre de 1548, del Presidente licenciado de la Gasca al Capitán Juan Pérez de Guevara, encomendándole la persona de Hernando Genar, que iba a Bracamoros con Juan Porcel.- Dice así:
"Magnífico Señor: Hernando Genar me ha escrito como él yva con determinación de yr a la conquista y población de los Bracamoros creyendo que el Capitán Porcel fuera a ella, al que yo había encomendado para que le diese de comer.- Y después que entendió que vuestra Merced hazía essa jornada, ha acordado de se yr con él por la confianza que tiene del valor y bondad de vuestra Merced que ha de favorecer a los seguidores de su Majestad.- Mucho le suplico que tenga por muy encomendado su persona y cosas para le dar de comer y hacerle tanta merced y favor que lugar hubiere..."

C) Levillier transcribe otra carta del Licenciado de la Gasca al Consejo de Indias, que también menciona Juan Porcel, sobre diversos asuntos de gobierno, entre otros el haber indicado los licenciados Polo e Hinojosa que se diese a Juan Nuñez del Prado autorización para fundar pueblos en el Tucumán y en la que insiste en la conveniencia de su vuelta a España, fechada en Los Reyes el 17 de julio de 1549. - En su parte pertinente dice así:
"Muy ilustres y muy magníficos señores: En la carta que en principio de mayo escribí, cuya duplicada con esta va, hice relación de lo hasta entonces sucedido... El 4 de julio recibí la carta del Contador Juan de Cáceres, que con esta envío, que me escribió desde el Cuzco, por la cual parece que el Licenciado Carvajal murió de calenturas y dolor de costado que le sobrevino a veinticuatro de junio.- E luego se proveyó el corregimiento de aquella ciudad a Juan de Saavedra, que fue el que con la gente de Cuanuco se juntó con Diego de Mora y Gómez de Alvarado y Juan Porcel en Casamarca, luego que supo de la llegada de la primera armada a esta costa y recibió mis cartas y traslado de las provisiones que en ella le envié.- Pienso regirá bien el oficio, porque a lo que tengo entendido es buen cristiano y de buen entendimiento y a quien su suelo da reputación, y en aquella ciudad se le dio en el repartimiento bien de comer... "

D) También transcribe una carta a su Majestad del Marqués de Cañete, Don Hurtado de Mendoza, que fue designado Virrey del Perú en 1554, acerca de la orden de no dar los repartimientos vacos y sofocar el descontento que con este motivo se produjo en el Perú, que terminó con el arresto de los capitanes que pedían repartimientos, entre ellos Juan Porcel.- La referida carta está fechada en Los Reyes el 3 de noviembre de 1556 y en su parte pertinente dice así:
"Sacra Cesarea Católica Majestad: A quince de septiembre di cuenta a Vuestra Majestad del estado en que había hallado esta tierra y de lo que había hecho y proveído en ella largamente y por esto no la volveré a dar aquí sino remitirme a las que digo.- A veinte el dicho recibí una carta de Vuestra Majestad hecha en Bruselas a veinticuatro de diciembre del año pasado de cincuenta y cinco en que en ella me manda Vuestra Majestad que no reparta los repartimientos que vacos y vacaren... Junté Oydores y mostréles la carta y otro día casi lo sabían todos.- Fue tan grande alteración en los capitanes que pretendían repartimientos y en soldados que llaman guzmanes que luego se me empezaron a alterar y yr a los frailes y a otras personas a decir que si no le daban de comer que se perdería la tierra y otras cosas que mandara Vuestra Majestad....- Visto esto y que le daba el ayre de Tomás Vázquez y de Piedrahita que estaban en el Cuzco con gente, y las cosas passadas, acordé de beuella o vertella y puestos en orden cuatrocientos arcabuces que ya tenía y mis guardas y criados, de ymbiar a llamallos vno a vno con que había entendido en repartir el día antes, porque había dado a Joan Velázquez Vela Nuñez vn repartimiento porque era muy pariente del Visorrey Blasco Nuñez y le habían cortado una mano en servicio de Vuestra Majestad y nunca había desserruido y también se casó con una hija del factor Romaní.- Con esto ellos habían asegurado y tenían por cierto que salía el repartimiento y como entraban vno a vno los metían en una pieza questa junto a mi aposento - cabe vna huerta -, y allí los desarmaban, y vinieron Diego López de Zuñiga Capitán, y Rodrigo Niño y Johan Maldonado, asimismo capitanes, y Lope de Zitaco Alférez General que fue en lo de Francisco Hernández, y los dos Palomeques y Palomares y Gonzalo Silvestre, y Blas de Merlo y el Capitán Juan Porcel y Villafuerte y recogidos.- La guarda de pie y de caballo estaban apercibidos y dentro de una hora los llevaron a todos a la mar a metellos en vna nao.- Quitados los guías, todos los demás quedaron espantados y asombrados y ni sabían si estaban en cielo ni en tierra.- Esto se hizo a diez de octubre.- Y a tres días el licenciado Muñoz que había enviado por Corregidor y Justicia al Cuzco como escribí a Vuestra Majestad se había dado tanta maña que había aprendido una noche a Tomás Vázquez y a Piedrahita, y los había traído al Cuzco donde amanecieron sus cabezas puestas en el rollo.- Con esta segunda nueva, yo tomé gran calor y ellos gran desmayo...

E) En el Tomo II de la recopilación de los Papeles que hacen a la correspondencia de los Gobernantes del Perú, publicada como ya se ha dicho por Roberto Levillier, encontramos la transcripción de una relación de las provisiones, encomiendas de indios, libranzas y mercedes, otorgadas por el Virrey Conde de Nieva, Don Diego de Cuñiga y Velazco, que en 1560 reemplazó en la función al Marqués de Cañete, y las partes pertinentes de las que dieron sus comisarios a los vecinos del Perú.- Es de hacer notar que esta relación fue registrada en Madrid el 22 de mayo de 1567, y presentada al día siguiente por el Licenciado Gerónimo de Hulloa, Fiscal de su Majestad.-
En ella se hace referencia en varias partes a la disposición de bienes que fueron de Juan Porcel y quedaron vacos con motivo de su regreso a España, adjudicándose a su madre, Doña Ana Velez, a su hijo, Don Lucas Porcel y a terceros.- Se transcriben a continuación las partes pertinentes:
"Los repartimientos de yndios bacos y situaciones que dieron y proueiron los dichos comisarios en el Perú: .....
“VI) A Francisco Ponze, vecino de Quito, se le encomendaron en término de Quito el repartimiento de la provincia de Sicho que heran de Juan Porcel que otro repartimiento ...en el dicho libro a fojas XXVII.-
(Nota: ver los documentos 10 y 11 siguientes, relativos a este tema).-
“VII) A Lucas Porcel, vecino de Quito, se le encomendaron el repartimiento de yndios de Mindra que eran de Juan Porcel, su padre, como está en el dicho libro a fojas LXXIII.-
“VIII) A Ana de Velez se le dio provisión para los oficiales reales de Quito, para que sobre trezientos pesos que se le mandaron dar de aumentos por mandato de la avdiencia Real, se le diesen otros cien pesos más que fuesen todos quatrocientos pesos, de los tributos de los yndios del capitán Juan Porcel, su hijo, como paresce en el dicho libro a fojas CXXXVI.-
“IX) A Lucas Porcel se le dio provisión para los oficiales Reales de Quito, para que averiguase lo que se restaba deviendo de los quatrocientos pesos que para sus alimentos se le daban por mandato de la aviencia Real, de los tributos de los yndios de Juan Porcel, su padre, y se lo pagasen, como paresce en el dicho libro a fojas CLXXI.-
“X) A Ana de Veles, viuda, se le dio prouisión para los oficiales Reales de Guanuco, para que le paguen los mil quinientos pesos de situación de los yndios de Tiquizanbe, como parece en el dicho libro a fojas XIII.-
Sacose esta memoria y relación de los libros que pasaron y se hicieron ante mi, el secretario, Domingo de Gamarra y entre otras prouisiones y partidas que están en ellos escriptas larga, y particularmente están las que se haze mención en esta memoria muy particularmente, y a la larga como por ellas así paresce a que me refiero y en certificación dello fize mi signo en testimonio de verdad.- Domingo de Gamarra (signado y rubricado)".

10 – DOCUMENTO DEL ARCHIVO DE INDIAS.-
Al márgen: El Capitán Juan Porcel – Prorrogación para yr a residir en sus yndios.-
“Por cuanto en cierto pleito que se ha tratado en el nuestro Consejo Real de la Yndias entre el Capitán Juan Porcel, vecino de la Ciudad de San Francisco de Quito de las Provincias del Perú y Francisco Ponce, vecino de la dicha ciudad, sobre cierto repartimiento de yndios, fue mandado restituir el dicho repartimiento al dicho Capitán Juan Porcel e por un auto dado y pronunciado por los del dicho nuestro Consejo en la Villa de Madrid a veiticinco días del mes de septiembre del año pasado de mil y quinientos y sesenta y ocho años, fue proveído y mandado que el dicho Capitán Juan Porcel se embarcase en la primera flota y armada que se aprestaba para yr a la provincia de tierra firme de que fue por Capittán General Diego Flores de (Vázquez?) y fuese a residir en el dicho repartimiento de yndios, con apercibimiento que no lo haciendo y cumpliendo, se harían los dichos yndios por vacos, de lo cual se dio carta ejecutoria a la parte del dicho Francisco Ponce, e agora por parte del dicho Capitán Juan Porcel me ha sido hecha relación, que habiéndole NOS dado licencia para volver a la dicha Provincia del Quito, por una nuestra cédula fecha en la dicha Villa de Madrid a cinco de febrero del año pasado de mil quinientos y sesenta y nueve, no embargante que fuese casado en estos reinos e no llevase consigo a la dicha su mujer, y habiéndola presentado ante los nuestros oficiales de la Casa de Contratación de la Ciudad de Sevilla para que en virtud de la dicha nuestra cédula le dejasen pasar a cumplir lo que por dicho auto se había ordenado y mandado, el nuestro fiscal de la dicha nuestra casa le había puesto contradicción diciendo que convenía a nuestro real servicio ser informado como el dicho Capitán Juan Porcel, al tiempo que había venido de las dichas provincias del Perú, había estado preso por orden del Santo Oficio de la Inquisición por casado dos veces y condenado en ciertas penas, por lo cual no había podido ni le había sido posible cumplir con lo contenido en el dicho auto, ni ir a residir en los dichos sus yndios como estaba mandado.- Y me ha sido suplicado que atento lo susodicho y lo que nos había servido en el nuestro reino de Granada contra los moros de él que se rebelaron contra nuestro Real Servicio, y que al presente lo estaba continuando con su persona y los caballos a su costa, fuésemos servidos que por el tiempo que durase la guerra del dicho Reyno de Granada contra los dichos moros, no le causase ningún perjuicio lo contenido en el dicho auto y se suspendiese la ejecución y cumplimiento del , y mandásemos a los dichos nuestros oficiales de la dicha Casa de la Contratación , que sin embargo de la contradicción del dicho nuestro fiscal, lo dexasen volver a la dicha provincia de Quito conforme la dicha cédula, pues en lo que se le oponía había dado bastante descargo por recaudos que por su parte se había presentado en el dicho nuestro Consejo de la Indias, o como la Mi Merced, fuese por ende teniendo consideración a lo susodicho y por hacer Merced a vos el dicho Capitán Juan Porcel, por la presente os prorrogo e alargo el término que por el dicho auto de que desuso se hace mención, os fue dado para que fuesedes a residir en los dichos vuestros yndios, hasta el fin del mes de mayo primero que viene de este presente año de mil quinientos e setenta años, con tanto que después de pasado el dicho tiempo os hallais de embarcar y embarqueis en la primera flota que de estos reinos partieren para dicha Provincia de tierra firma y vallais a residir personalmente en los dichos vuestros yndios conforme a lo que os esta mandado por el dicho auto, e sola pena en el contenido de que los dichos yndios se baian e abran por vacos y an si mismo hallais de residir y asistir con vuestra persona en el dicho reino de Granada durante el dicho tiempo de esta prorrogación.- Y dello enviareis testimonio al dicho nuestro Consejo Real de la Indias.- Y mandamos al nuestro Visorrey, Presidente e Oidores de las nuestras audiencias reales que residen en las ciudades de Los Reyes y San Francisco del Quito de las dichas provincias del Pirú, y cada uno y cualquiera de ellos, que durante el tiempo de esta prorrogación suspendan la ejecución y cumplimiento del dicho auto que NOS por la presente suspendemos y si por razón de ello os ubieren hecho alguna molestia y vejación en los dichos yndios, le repongan e den por ninguno e de ningún valor y efecto, y asimismo mandamos a los nuestros oficiales de la dicha Casa de la Contratación de Sevilla que os dejen y consientan pasar a la dicha Provincia de Quito en virtud de la dicha nuestra cédula, que para ello mandamos dar sin embargo, de la contradicción hecha por el dicho nuestro fiscal de la dicha casa, y os den el despacho necesario sin que os pongan ningún impedimento.- Fecha en açeca? (SIC) a 17 de enero de mil quinientos y setenta años, yo el Rey refrendada de heraso señalada de los del Consejo.- Firmado El Rey”.- (Archivo General de Indias, signatura QUITO, 211, Libro 1, Folio 209R – 210R).-

11 – DOCUMENTO DEL ARCHIVO DE INDIAS.-
Al margen: Francisco Ponce sobre sus yndios.-
“Presidente e Oidores de la nuestra audiencia real que reside en la ciudad de San Francisco de Quito de las provincias del Pirú.- NOS somos informando que al Capitán Juan Porcel se le encomendaron en esa provincia ciertos yndios en gratificación de lo que nos sirvió en esa tierra, y que después de haber venido a éstos reinos y no haber vuelto a residir en esa vecindad dentro del tiempo que para ello se le asignó, y por otras causas, se hicieron encomiendas y situaciones en los dichos yndios a algunas personas de los que en esa tierra nos han servido, y especialmente aún Francisco Ponce, vecino de esa ciudad, lo cual ha sido contradicho en el nuestro Consejo de las Indias por parte del dicho Juan Porcel y pedido que las dichas encomiendas o situaciones que se obiesen hecho de los dichos sus yndios se diesen por ningunas , y se le devolviesen o mandásemos pasase la encomienda de los dichos yndios a su hijo mayor, conforme a la ley de la sucesión.- Y porque habiéndose visto en el dicho nuestro Consejo la dicha contradicción y pedimento hecho por el dicho Juan Porcel, sin embargo dello, y visto ansimesmo lo que acerca de los susodichos alegó y pidió en el dicho nuestro Consejo el nuestro Fiscal, del habemos tenido por bien que a las personas a quien ansí se obiere hecho las dichas encomiendas o situaciones en los dichos yndios del dicho Capitán Juan Porcel, y especialmente al dicho Francisco Ponce, se les guarden y cumplan de la manera que les estuvieren hechas, y se les acuda con los frutos y rentas que conforme a ellas obieren de haber, OS MANDAMOS que proveáis como así se haga y cumpla y que contra ello no se vaya ni pase en manera alguna.- Hecha en san Lorenzo a cinco de septiembre de mil y quinientos setenta y cuatro años.- Yo el Rey refrendada de Antonio de Heraso, cençada de los S.S. Presidente Juan Dobando y los del Consejo.- El Rey”.- (Archivo General de Indias, Signatura Quito, 211, Libro 1, Folio 293R).-